¿Sabías que el Tesoro Público ha ingresado desde 2010 más de 80 millones procedentes de fallecidos sin testamento ni herederos legales? Así abre el artículo “El negocio de cazar herencia ocultas” que se publicó hace unas semanas en el diario de referencia en España “El País”.
Se trata de un texto en el que se apuntan cuáles suelen ser las dificultades con las que se topan aquellos herederos de personas que han fallecido sin dejar testamento; un artículo en el que se explica, con detalle y ejemplos prácticos, en qué consiste la genealogía sucesoria, una profesión desconocida en España.
En Coutot-Roehrig España hemos tenido el placer de colaborar con los redactores del artículo, en calidad de expertos en la materia. Cabe recordar que nuestro bufete lleva años dedicándose a buscar a herederos de fortunas abandonadas y que, de hecho, fue nuestra compañía la primera en afianzar esta profesión en España.
“Desde investigaciones que comienzan en Canarias y acaban en los registros de la localidad argelina de Orán, al rastreo de un francés desertor de la guerra de Argelia que había pasado media vida refugiado en un pueblo de Cataluña”, comenta Víctor Heredero, uno de los historiadores más veteranos de nuestra compañía, cuando se habla de las vicisitudes de desempolvar el pasado.
Y es que “desempolvar el pasado no es tarea sencilla, pues detrás de la propia necesidad jurídica de tramitar una herencia hay una historia familiar que muchas veces refleja la historia del país. En todos los expedientes hay situaciones que dificultan enormemente las investigaciones, como la destrucción de archivos por la Guerra Civil, diásporas familiares, desaparición de personas que no sabes si se exiliaron o acabaron en la cuneta… El pasado tiende a borrarse”, añadía Heredero.
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