Las historias familiares que aún quedan por descubrir
Pongamos que se llama Rosario. Pongamos que mira con nostalgia el que dice fue el día más feliz de su vida, el día en el que se casó con su Emilio, a quien ya no puede abrazar por las noches ni besar por las mañanas. Emilio, a quien tanto echa de menos desde hace días. Pongamos que a pesar de lo doloroso de su falta, le pesa más la felicidad de una vida junto a él.
Y a esa felicidad queremos aferrarnos hoy, especialmente hoy, específicamente en estos momentos tan duros que nos está tocando vivir. Porque ésta es la historia que nos inspira esta imagen, pero hay cientas de historias familiares que aún están por descubrir; y en esto trabajamos a diario, incuso ahora, los genealogistas. El viernes llegaba la primavera y también se celebraba el día de la felicidad, este año en un contexto que nos pone difícil sacar una sonrisa.
Aún así, la resilencia es aquello que nos hará más fuertes. Nuestro mensaje de ánimo, agradecimiento y positivimo en estos días. Os recordamos que en Coutot-Roehrig #nosquedamosencasa, pero seguimos trabajando con normalidad y continuamos a vuestra disposición a través de correo electrónico.