En Coutot-Roehrig nuestro objetivo prioritario es localizar herederos y tramitar herencias que han quedado yacentes, sin que nadie las reclame. Este tipo de investigaciones, rigurosas y exhaustivas, son nuestra razón de ser.
No obstante, en este proceso nuestros genealogistas se encuentran con historias familiares y experiencias humanas conmovedoras, que reflejan a pequeña escala la historia de nuestros antepasados y como estos salieron adelante en los distintos momentos de nuestra historia reciente.
Lucía falleció en soledad en el invierno del año 2015 en su casa del centro de Córdoba. Allí la encontró su asistenta social, quien la visitaba con frecuencia en su domicilio pues era una mujer con una fuerte personalidad, que había luchado por mantener su independencia hasta sus últimos días y continuaba viviendo en su casa, a pesar de sus noventa años.
A su funeral sólo asistieron algunas amistades y ningún familiar, pues tanto ella como su hermana Carmen no habían tenido descendencia. Sus pocos primos con vida rondaban casi los cien años, residían entre Francia y Madrid y jamás supieron del fallecimiento de su prima.
La historia de Peñarroya-Pueblonuevo, pueblo de nacimiento de Lucía
Lucía había nacido una mañana de 1925 en Peñarroya-Pueblonuevo, un singular pueblo de la cuenca minera cordobesa, en el seno de una familia de empresarios de la minería.
A comienzos del siglo XIX esta localidad que había pasado en pocos años de ser una aldea a las faldas de sierra rocosa, llamada Peñarroya del Terrible. Ese nombre se debe, según cuenta la leyenda local, a un perro temible que según se dice descubrió el yacimiento de carbón que convertiría la localidad en un reclamo para miles de mineros.

Estos fundarían un “pueblo-nuevo” que con el tiempo se fusionaría con Peñarroya y crearía una ciudad pujante en la zona, aún hoy en día cabeza de partido de la comarca.
La historia de la minería española está llena de estos movimientos de trabajadores más o menos cualificados, que iban buscando nuevas riquezas con las que soñar, con un medio de vida extremadamente sacrificado y en muchas ocasiones mortal.
[Conoce más sobre Peñarroya-Pueblonuevo, en este documental]
El abuelo Pierre y la llamada de la plata y del carbón
A la llamada de la plata y el carbón había acudido en 1895 Pierre, el abuelo de Lucía que había llegado al sur de España proveniente de Francia. Ingeniero de minas formado en la prestigiosa Escuela Nacional Superior de Minas de Paris, llegó a las pujantes minas de La Unión (en Cartagena) atraído por la literatura romántica que devoraba desde su infancia, en la que audaces aventureros europeos venían a España fascinados por la cultura hispana, la bonanza del clima y las riquezas ocultas.
Cuando Pierre conoce a Claudia
Al llegar a la región murciana, Pierre encontró trabajo en la empresa minera de un tío que había invertido en la zona años antes. Mientras aprendía el oficio y adquiría peso en la empresa familiar, comenzó a frecuentar las fiestas y eventos de sociedad que daban en el Círculo Mercantil e Industrial de Cartagena. Allí quedó fascinado por Claudia, una joven coruñesa hija de un capitán de la Armada Española con base en el puerto cartagenero.