Esta semana se ha cumplido dos años de la muerte de Karl Lagarfeld. Diseñador de moda alemán para, sobre todo, Chanel, fotógrafo y miembro de la socialité murió a los 85 años en París el 19 de febrero de 2019.
Es considerado uno de los personajes más influyentes de la moda del siglo XX y, tal y como apuntaba La Vanguardia, digno sucesor de Coco Chanel. Su gran amor fue su gata Choupette (piruleta en francés), la gran beneficiada tras su muerte. Desde 2011, esta gata se convirtió en la fiel compañera del modista y con quien compartió aventuras y excentricidades. Tenía ayudantes que la cepillaban cada día, quienes le daban de comer en vajilla de plata, y era la protagonista de una línea de maquillaje, de una marca de vino y de diversas campañas de publicidad.
Tras la muerte del Kaiser de la moda, Karl Lagarfeld, se ha sabido que su gata Choupette fue la principal heredera de su fortuna. Por cuestiones de privacidad, no se conocen los detalles exactos de su testamento, pero sí se sabe que hubo otros beneficiarios de su herencia pero que la gata fue quien se llevó la mayor parte, batiendo el récord de Blackie, una perra británica que heredó siete millones de libras en 1988. Según la ley alemana, es legal otorgar parte de tu herencia a un animal. Con lo heredado, Choupette tiene garantizada una vida de lujo hasta el día se su muerte.
Para nosotros, esta efeméride tiene una relación directa con nuestro día a día. A pesar de que no es lo más habitual, algunos de nuestros compañeros en Coutot- Roehrig aseguran de que es la primera vez que ven una disposición así en un testamento, nos encontramos tramitando una herencia en la que resulta beneficiada una asociación para que, en el momento de la muerte del testador, se destine una parte de sus bienes al cuidado de su gato.
Cuando el testador quiere garantizar que se cumpla su disposición de última voluntad, lo más habitual es designar un albacea testamentario que es quien cuida de la ejecución del contenido del testamento. La cantidad donada a la asociación tras la muerte deberá ser usada para el cuidado del gato, así como para las actividades habituales de la propia organización. Para el testador incluir a esta asociación en el testamento es una forma de garantizar que su ser querido peludo podrá seguir siendo atendido tras su muerte, sin necesidad de involucrar a otros miembros de su familia.
Hace unas semanas hablamos del testamento solidario como opción para legar parte de los bienes a una organización sin ánimo de lucro, asociación o institución religiosa. A pesar de que no es una práctica muy extendida en España, cada vez se conocen más casos. Por ejemplo, este del que hoy hemos hablado.